Corto-pego , conforme a mi condición moderna de cortapegador, un extracto de un artículo de Elio Gallego para el Ceu publicado en El Debate. Conservatismo XI
«Por lo demás, el progresismo sabe que, A DIFERENCIA DEL COMUNISMO, hay que dejar un sector productivo suficiente para sostener la enorme y costosísima masa burocrática del aparato estatal. El Estado social-progresista de nuestros días necesita de quien extraer los recursos necesarios para sus políticas redistributivas. Y al igual que el apicultor debe preservar a las laboriosas abejitas para extraer de ellas su miel, el progresista sabe que debe dejar un segmento de sociedad civil laborioso y productivo del que extraer sus recursos. Pero incluso la comparación del apicultor con sus colmenas resulta insuficiente para hablar del Estado fiscal de nuestro tiempo, de modo que podría establecerse una comparación mejor con la película Matrix. Recuérdese cómo, en esta película, los seres humanos están conectados a una enorme máquina que, para mantenerles vivos y sometidos al mismo tiempo, les proporciona un mínimo de alimento junto a mundo de sensaciones y experiencias meramente virtuales, pero parcialmente satisfactorias, a cambio de succionar su energía. Con seguridad a Matrix le gustaría eliminarles, porque esa humanidad es potencialmente extraña y refractaria a su poder, pero sabe que no puede. Matrix es un organismo parasitario que requiere de huéspedes humanos de los que poder vivir. Les necesita. De igual modo, el poder progresista mantiene a un sector relativamente libre, pero sometido a una carga fiscal extraordinariamente alta y progresiva. Esta carga fiscal posee de este modo una triple finalidad. La primera, y más fundamental, es mantener con vida al propio organismo parasitario estatal; la segunda, tener una gran parte de la sociedad civil subsidiada y dependiente de las ayudas estatales; y la tercera, tener al sector de la sociedad civil más productivo e independiente en necesidad constante de dedicar un tiempo y una energía extraordinarios al trabajo para que éste le sea mínimamente rentable en términos de economía y bienestar familiares. Lo que tiene una consecuencia política de gran calado y que, por lo habitual, se suele pasar por alto, y es LA NEUTRALIZACIÓN POLÍTICA DE ESTE SECTOR SOCIAL. Basta considerar, en efecto, que quien pasa casi todo el tiempo de su vida en la FATIGOSA BÚSQUEDA DE INGRESOS SUFICIENTES PARA ADQUIRIR UNA VIVIENDA, PAGAR A HACIENDA, Y PROCURAR UN MÍNIMO DE CONFORT PARA ÉL Y LOS SUYOS, DIFÍCILMENTE TENDRÁ TIEMPO PARA UNA ACTIVIDAD O COMPROMISO POLÍTICO. O, si se prefiere, difícilmente estará en condiciones vitales de rebelarse. De este modo, el sector de la sociedad que virtualmente le podría ser menos propicio a la ideología y al poder progresista queda políticamente neutralizado. Pues este contribuyente neto, con trabajar, pagar y buscar algunas satisfacciones con las que compensar su esfuerzo, ya tiene bastante.»
Tres comentarios perinentes:
La libertad política no la conquistará ni el pueblo- sociedad individualizada sin institucionalidad- , ni la nación- de la que forma parte la partidocracia apátrida- , ni la sociedad civil neutralizada. La conquistará el tercio laocrático.
Con Juan Manuel de Prada hay que gritar siempre: ¡ UN RESPETO AL COMUNISMO !
Los que hablan de sociedad civil, y se creen su encarnación, hablan de lucha económica o de defensa fiscal. La libertad política se la dejan a los amos de la partidocracia.