El MCRC sabe que hay hoy un Estado en España que quiere aplastar a la nación y que hay una nación española que se resiste a morir.
Por eso el MCRC defiende una institucionalización para el gobierno que dirigirá al Estado y otra para la nación estructurada en cámara de representantes monádicos, con un presidente con el poder del Boletín Oficial de la Nación.
No es que tengamos alergia a la filosofía. Sabemos que política tiende a la guerra. Y si hay que filosofar la política se filosofa como guerra incruenta. Lo que no se puede hacer nunca es filosofar la política como si no tuviera el extremo en la guerra; como si la política fuera eutaxia. Y si los filósofos lo hacen solamente es por esta razón, desvelada por Juevenel en «El poder». En cuanto estalla el conflicto, los filósofos, los palabristas son los primeros en caer.
Dos poderes enfrentados y con la salvaguardias pensables para que uno no se pueda imponer al otro. Y siempre como última posibilidad: la libertad política colectiva.
Habrá generaciones enteras de filósofos que no nos lo agradecerán; pero nosotros siempre les podermos decir con desdén , y sin que ellos lo entiendan, estas dos palabras. DE NADA.